Las mil y una maravillas

El alto Tajuña es una fuente inagotable de experiencias, emociones y aventuras. Fotografía: Centro Ecoturismo Barbatona
SIERRA NORTE DE GUADALAJARA

Bordeada al oeste por la comunidad de Madrid, al norte por las provincias de Segovia y Soria, al este por la comarca de Molina de Aragón/Alto Tajo y al sur por la Alcarria: la Sierra norte de Guadalajara es un extenso territorio donde cada uno encontrará la joya que está buscando.

Vistas de la Catedral de Sigüenza desde el exterior de las murallas

En sus parques naturales -Sierra Norte de Guadalajara/ZEPA ZEC Sierra de Ayllón y Barranco del Río Dulce-, una fauna y una flora exuberantes, ricas en biodiversidad, con altas montañas y profundos valles por los que serpentean ríos de aguas cristalinas (río Dulce, Sorbe, Jarama, Tajuña, Jaramilla, Bornova, Cañamares, Pelagallinas, etc.).

Abejaruco europeo​ (Merops apiaster), también llamado abejaruco común o simplemente abejaruco

Esos mismos valles donde los hombres se asentaron y formaron pequeños pueblos utilizando el material que les ofrecía la tierra, generando así un mimetismo con el entorno: la pizarra de los pueblos de la arquitectura negra (Majaelrayo, Campillo de Ranas, Roblelacasa, Almiruete, Valverde de los Arroyos, Umbralejo, etc.), el gneis de la arquitectura dorada (Aldeanueva de Atienza, Bustares, Villares de Jadraque, Las Navas, Hiendelaencina, Prádena de Atienza, Gascueña de Bornova, etc.), las calizas y areniscas (Imón, Palazuelos, Carabias, Sigüenza, etc.).

La ruta de Los Chozones de La Loma, el alto Tajo en estado puro

Para albergar sus creencias, se levantaron templos, sencillos pero hermosos, sembrando las tierras recién conquistadas del siglo XIII de numerosas iglesias románicas (Sauca, Júcar, Carabias, Atienza, Bustares, Beleña de Sorbe, Abánades, etc.) que a veces ofrecen una decoración mudéjar gracias a los canteros locales (Albendiego, Villacadima, Campisábalos, etc.). De los monasterios cistercienses, solo queda en pie Santa María de Bonaval (Retiendas).

La joya de la Iglesia de San Pedro en Abánades es el baptisterio situado en el extremo occidental de la galería porticada

Y para defenderse, castillos y atalayas cuando esa región era zona fronteriza entre la espada cristiana y la musulmana (Galve de Sorbe, Alcorlo, Atienza, Riba de Santiuste, Sigüenza, etc.).

De las épocas de paz y mayor bonanza nos ha llegado la catedral gótica (anteriormente románica) de Sigüenza, la capital de la comarca, y el palacio ducal de Cogolludo, el primer palacio renacentista de España.

El viejo Castillo de Guijosa es una residencia palaciega que no renuncia a su condición militar

En su afán constante por el descubrimiento y la industria, los hombres supieron encontrar y aprovechar unos recursos tan valiosos como la plata de Hiendelaencina (las minas más importantes de España en el siglo XIX) o la sal (Imón, La Olmeda, Saelices, etc.).

Las Salinas de San Juan, en Saelices de la Sal, en plena producción

La Sierra Norte de Guadalajara lo ofrece todo: naturaleza en estado puro, arquitectura popular civil e industrial, religiosidad, tradiciones y fiestas ancestrales (Botargas, Mascarilla, Hoguera de Nochebuena, etc.), y, como no, una rica gastronomía basada en los productos que nos regala la tierra.

La Hoguera de Nochebuena en Abánades (Guadalajara)

Las mujeres y los hombres de ahora somos los herederos y guardianes de ese legado que nos esforzamos por preservar y transmitir a nuestros hijos e hijas y a todos los viajeros que nos visitan. Hemos conseguido la certificación de turismo sostenible por nuestro compromiso y buenas prácticas. Desde el Hotel Rural & Spa Los Ánades, os invitamos a ayudarnos en este afán y a disfrutar de nuestra Sierra. ¡Buen viaje!

Las aguas cristalinas y verdeazuladas de un joven río Tajo a la altura de Los Ceños

Bastión de Don Juan Manuel

Dando un pequeño paseo desde el casco histórico llegamos al Cerro Testigo
CASTILLO DE CIFUENTES

A solo 25 minutos de Abánades y viajando por las carreteras GU-928 y CM-2021 llegamos a Cifuentes. Aunque su principal joya es el castillo, esta villa medieval nos ofrece una amplia oferta turística: el encanto rural de su plaza mayor, sus calles empedradas, su iglesia, su convento y un ambiente tranquilo que invita a pasear y explorar. El castillo se alza majestuosamente sobre el Cerro Testigo desde donde puedes disfrutar de unas preciosas vistas panorámicas.

El imponente castillo del Infante Don Juan Manuel en Cifuentes

LA FORTALEZA

Según la crónica escrita por Don Juan Manuel, el castillo comenzó a construirse en abril de 1324 sobre los restos de una alcazaba árabe (aunque las excavaciones arqueológicas no han hallado restos de dicha época) y durante siglos ha pertenecido a sus herederos. Pasó a Don Álvaro de Luna que lo cedió a Juan de Silva, primer Conde de Cifuentes. Cuenta la leyenda que aquí nació la princesa de Eboli, aunque lo más probable es que lo hiciera en el desaparecido palacio que su padre poseía en el casco histórico. Perteneció hasta el siglo XIX a la Casa Ducal de Pastrana hasta su adquisición por el ayuntamiento de Cifuentes, que ha llevado a cabo varias restauraciones.

El castillo en los años cincuenta del pasado siglo. Cortesía de la Oficina de Turismo de Cifuentes

Sus imponentes torres cilíndricas y almenas destacan en el horizonte, mostrando su esplendor arquitectónico. Esta fortaleza medieval cumplía funciones tanto defensivas como residenciales. Su diseño refleja la adaptación de las construcciones de la época a las necesidades de la nobleza. Sus muros y torres fueron testigos de batallas y acontecimientos históricos, mientras que su interior albergó a importantes figuras de la nobleza y la realeza española.

Accedemos al patio de armas del castillo a través de dos puertas situadas en zigzag

El castillo es de planta cuadrada y tiene cinco torres: cuadradas, circulares y pentagonal la del homenaje. Sobre la puerta de acceso permanece aún el escudo de Don Juan Manuel, dos brazos alados con espadas y dos leones. Un arco apuntado, en la puerta de la torre del homenaje, da acceso a la estancia con bóveda de piedra y nervios que se cruzan en su centro. La escalera de caracol, al fondo, da acceso a la planta superior, con bóveda de ladrillo mudéjar.

La Torre del Homenaje del castillo, desde el exterior, ya consolidada y en proceso de restauración

El Castillo de Cifuentes es un importante testimonio de la historia de la región y una visita obligada para los amantes de la arquitectura medieval y la historia de España. Sus imponentes dimensiones y su ubicación privilegiada lo convierten en un lugar fascinante para sumergirse en el pasado y disfrutar de la belleza arquitectónica. Explorar sus estancias y caminar por sus muros permite adentrarse en la historia y revivir el esplendor de una época pasada.

Cuenta la leyenda que esta puerta daba acceso a un pasadizo subterráneo por el que se podía llegar hasta Cifuentes

DON JUAN MANUEL

Don Juan Manuel nació en Escalona en 1282 y murió en Córdoba en 1348. Miembro de la Casa Real, nieto de Fernando III el Santo, fundador de la Escuela de Traductores de Toledo, y sobrino de Alfonso X el Sabio era el prototipo de caballero medieval, dedicado por igual a la guerra y a la actividad literaria de la que fue uno de los principales representantes de la prosa medieval de ficción. Fiel reflejo del modo de vivir de los caballeros de la baja Edad Media.

Vistas de la villa de Cifuentes desde el castillo del Infante Don Juan Manuel

Fue uno de los hombres más cultos de su época y contribuyó de forma importante a dar un impulso decisivo a la prosa castellana. Basándose en fuentes latinas, creó una obra personal, de intención didáctica y gran unidad lingüística y estilística. Sus obras iban dirigidas a formar a los jóvenes caballeros nobiliarios, instruyéndolos en una moral práctica destinada a darles recursos para desenvolverse en la vida de la corte.

La monumental espadaña de la Iglesia de Santo Domingo

Criticado por dedicarle más tiempo a las letras que a la espada, visionario y prolífico autor de obras como el Libro del Caballero y el Escudero y El Libro de los Estados, en el que ofrece una visión de como debía ser la sociedad ideal en el siglo XIV. Aunque su libro más conocido y reconocido es El Conde Lucanor o Libro de Patronio, que no es otra cosa que una colección de cincuenta y un cuentos de una narrativa fundamentalmente didáctica.

Primera página del manuscrito del Conde Lucanor. Biblioteca Nacional de España

Entre los cuentos destacan el del sueño mágico de don Illán, que inspiró una comedia a Juan Ruiz de Alarcón; el de Doña Truhana, precedente de la fábula de la lechera; el de los tejedores que hicieron al rey un paño invisible, utilizado por Miguel de Cervantes en el Retablo de las maravillas, y el del mancebo casado con una mujer brava, que sirvió de tema a La fierecilla domada de William Shakespeare.

Otra de las fabulosas vistas que nos ofrece el castillo del Infante Don Juan Manuel

Puedes participar en las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento de Cifuentes todos los domingos de junio. Son gratuitas y el único requisito es estar presente en la puerta del castillo a las 10:00 horas. Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Visita guiada organizada por la Oficina de Turismo de Cifuentes

Esplendor medieval

El espectacular e imponente palacio y fortaleza de los obispos de Sigüenza
CASTILLO DE SIGÜENZA

A solo 35 minutos de Abánades y viajando por las carreteras GU-928 y GU-118 llegamos a Sigüenza, uno de los núcleos medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Su espectacular y sobrio castillo, que domina la ciudad no muy lejos de las corrientes del río Henares, es hoy Parador de Turismo. Su visita es libre, quedando restringida solo la zona de habitaciones de los clientes, y nos permite conocer esta enorme fortaleza erigida en el siglo XII que fue residencia permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX.

El castillo después de su restauración en los años 70 del pasado siglo. Fotografía: Archivo General de la Administración
DE OBISPOS GUERREROS

El castillo de Sigüenza está situado en el mismo emplazamiento que eligieron los romanos para asentarse en el lugar. Es de origen árabe, con una planta irregular y fuertes muros de cortina reforzados con torreones de planta cuadrada situados en los ángulos y en el centro de los lienzos. En la parte central de la planta encontramos un amplio patio, rodeado de edificaciones creadas a partir de 1124, fecha en que el Obispo Don Bernardo de Agén lo conquistara, utilizándolo él y sus sucesores como residencia episcopal.

Vistas de las murallas del castillo desde el interior de una de las torres

El Obispo Don Simón Girón de Cisneros realizó obras de importancia a comienzos del siglo XIV. Entre ellas, levantó la original puerta principal flanqueada por dos cubos con matacanes y abrió la del lienzo occidental sobre el foso con su puente levadizo. En el castillo residió confinada durante cuatro años la Reina Doña Blanca de Navarra, repudiada por Don Pedro I de Castilla, apodado por unos “el cruel” y por otros “el justiciero”, víctima de las conspiraciones y las malas artes. En recuerdo de estos tristes hechos históricos se celebra todos los años una espectacular fiesta medieval en Sigüenza.

Estado en el que se encontraba la puerta principal a principios del siglo XX. Fotografía: Archivo General de la Administración

A la magnificencia del Cardenal Mendoza, al ser nombrado obispo de Sigüenza, se deben la mayor parte de las obras en la catedral, no faltando su iniciativa en la fortaleza ya que en su tiempo se construyó la barbacana, mejoró el palacio cubriendo las estancias con artesonados y cuidó del alojamiento de los hombres de armas. Durante la Guerra de Sucesión fue ocupado por los dos bandos, residiendo en él el Archiduque Don Carlos.

Interior del castillo de Sigüenza durante la celebración de una feria de de antiguedades

Más adelante, durante el episcopado de Don Juan Díaz de la Guerra, de 1777 a 1801, se realizaron obras de reforma en el palacio ampliándolo y dotándolo de los oficios del provisorato y otras dependencias de la sede. En la Guerra de Independencia sufrió grandes daños, perdiendo los artesonados y gran parte de sus riquezas. Reparado por los prelados, especialmente por el Obispo Vejerano, fue residencia episcopal hasta mediados del siglo XIX en que se trasladó a la antigua universidad.

Gracias a la magnífica restauración acometida en 1970 podemos apreciar hoy su espíritu altomedieval

Finalmente fue Cuartel de la Guardia Civil hasta la Guerra Civil española, en que fue utilizado como cuartel por el Ejército Popular Republicano. Sufrió graves daños durante el conflicto debido a los constantes bombardeos de aviación y artillería durante la Batalla de Sigüenza en 1936. Destruido y posteriormente abandonado se convirtió en cantera para nuevas construcciones, además de perder valiosos elementos como rejas, azulejería, tallas y demás objetos de valor.

Portada del primer proyecto de derribo y desescombro de la Dirección General de Regiones Devastadas
RECUPERANDO LA HISTORIA

En 1963 se presenta el primer proyecto de las obras de conservación urgentes que precisaba el castillo, principalmente en la puerta principal cuyo estado era de ruina inminente y exigía una rápida consolidación. Se procede al picado y saca de escombros en la puerta y en la zona conservada de la capilla. En la puerta se suprimen los muros añadidos para cuadras y dependencias del cuartel, obras sin ningún valor artístico y que afean el conjunto.

La puerta principal en los planos del primer proyecto de rehabilitación del castillo. Ilustración: Archivo General de la Administración

La consolidación de la puerta se proyecta recalzando por puntos los torreones en sus cimientos y zonas bajas que estaban reventados. La puerta de sillería, estaba parcialmente perdida y se proyectó su reconstrucción, tanto exterior como interiormente, completándose con las guarniciones de piedras en las ventanas. Con obras complementarias se proyecta sustituir los forjados de los torreones, solando las terrazas con baldosa especial y completando las almenas.

Detalle nocturno del lienzo de la muralla donde se encuentra el acceso principal del castillo de Sigüenza

Sin embargo, la restauración que dejó el castillo tal y como lo conocemos en la actualidad fue iniciada en 1970 y concluida en 1976. Dirigida por el arquitecto J.L. Picardo por encargo del Ministerio de Información y Turismo se basó en antiguos planos cotejados con los restos que quedaban en pie. La inauguración oficial del Parador Nacional de Turismo tuvo lugar en 1978 con la visita del rey Juan Carlos I y la reina Sofía.

Una de las galerías de los patios interiores del castillo de Sigüenza

A través de Sigüenza Visitas Guiadas podrás conocer los secretos de una de las fortalezas mas importantes de España. Víctor y Jorge, sus responsables, son dos buenos amigos colaboradores del Hotel Rural & Spa Los Ánades con los que compartimos filosofía, objetivos y amor a nuestra tierra. Puedes contactar con ellos y reservar una visita guiada y personalizada a través de su web www.visitasguiadassiguenza.es

Detalle de uno de los grandes salones de los que dispone el castillo, hoy Parador Nacional de Turismo

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Cartel de la feria medieval que tuvo lugar el pasado año. Este año 2023 se celebrará el 7, 8 y 9 de julio

La Casa de Piedra

Dormitorio principal de la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar
UN MONUMENTO ÚNICO EN ESPAÑA

A solo 29 minutos de Abánades y viajando por la carretera GU-928 y la autovía A-2 llegamos a Alcolea del Pinar, un precioso pueblo situado junto a la antigua Carretera de Francia en un legendario y estratégico cruce de caminos que une Zaragoza, Guadalajara, Molina de Aragón y Sigüenza. Paseando relajadamente por sus callejas, de camino al fascinante lugar que inspira estas letras, visualizamos rápidamente el abandono al que el medio rural parece estar abocado sin que nadie lo remedie.

Para iniciar la visita guiada debemos llamar a uno de los dos teléfonos que encontraremos en el portal de entrada

Llegamos por fin a La Casa de Piedra, uno de esos lugares únicos en España a los que los folletos turísticos apenas prestan atención obviando incomprensiblemente su existencia, quizá porque representa esos valores tan en desuso hoy en día como el sacrificio, la perseverancia, el esfuerzo y la disciplina. Llamamos a uno de los dos teléfonos que vemos en la puerta y a los tres minutos se presenta Rafael Vigil, uno de los tataranietos de Lino Bueno, artífice de semejante obra, que deja sus labores y orgulloso nos abre y nos guía.

Pasillo de entrada a la vivienda desde el interior

Lino Bueno Utrilla alternaba su trabajo en la construcción con labores de pastoreo. A pesar de trabajar duro, los ingresos no eran suficientes para adquirir una vivienda para su familia, por lo que en 1907 decidió solicitar al alcalde la titularidad del peñasco con el objetivo de crear en su interior una estancia. El alcalde, tachándolo de loco, le dio permiso considerando la misión imposible. A sus 55 años empieza a horadar la piedra después de su jornada de trabajo, casi siempre de noche, y en siete años tiene habitable la primera estancia.

Vista general de la alacena desde la chimenea

La gigantesca roca está formada de arenisca blanda y de un durísimo granito, por lo que ni corto ni perezoso Lino decide utilizar dinamita para avanzar más rápido. Al ver que la piedra se agrietaba, nuestro héroe se crece con la adversidad, se arma de paciencia y vuelve a utilizar el pico. Poco a poco, pico a pico, y en base a las necesidades de su familia y a la “dirección de obra” que ejerce su mujer, va creando una cocina con alacena, el fregadero, la chimenea (excavada de abajo hacia arriba según nos narra Rafael Vigil) y, descendiendo unos escalones, una cuadra con excusado incorporado y salida al exterior.

La cuadra fue última de las estancias excavadas en la planta inferior

Al agotarse el espacio en la planta inferior, Lino decide crear una segunda planta en la roca. Frente a la cuadra y junto a la cocina empiezan los escalones que conducen al segundo nivel donde hoy podemos ver un dormitorio muy completo. Ya anciano, falleció el día después de estar trabajando en unas escaleras con las que pretendía acceder a un tercer nivel. 22 años tardó en construir todas las estancias de una obra que, a día de hoy, está considerada la mayor edificación cavada en roca viva por una única persona, reconocida como tal en los Record Guinness.

Nuestro héroe junto a su mujer y su hija en una imagen tomada en los años 5o del pasado siglo. Archivo General de la Administración
MEDALLA AL MÉRITO EN EL TRABAJO

Después de más de dos décadas trabajando en la roca, el ayuntamiento incumple su promesa de otorgarle la propiedad de la misma. Pero su obra alcanzó tal notoriedad en la época, que la injusticia llegó a oídos del Gobierno de Primo de Rivera hasta el punto de que este, el Rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia visitaron la casa el 5 de junio de 1928. El gobierno le concedió al año siguiente la medalla al mérito en el trabajo, en su modalidad de bronce. Lino Bueno no sabía leer ni escribir, por lo que nunca recibió la asignación económica correspondiente. Sin embargo, las propinas de turistas y curiosos le proporcionaban unos dineros que le permitían vivir sin tantas privaciones.

Las placas conmemorativas de la fachada nos recuerdan las visitas reales de Alfonso XIII y Juan Carlos I

Como curiosidad, mientras Lino y su esposa habitaron en ella, la casa no dispuso de luz eléctrica. Esta fue introducida durante la guerra civil española por los soldados del Corpo di Truppe Volontarie italiano, que la utilizaron como polvorín. Muchos de los vecinos, que tacharon de loco al bueno de Lino, también aprovecharon la casa como refugio para resguardarse de los bombardeos que padeció la población. La casa suele mantener una temperatura estable todo el año de 15 a 16 grados, con una baja porosidad, que la haría inhabitable por humedad y ha estado habitada hasta 1990. 

En agradecimiento a la Casa Real los recuerdos de la misma están presentes en todas las estancias

La visita a la casa de piedra puede realizarse en un amplio horario llamando a uno de los dos teléfonos que podéis ver en la puerta, siendo la entrada gratuita. Sólo se acepta la voluntad del visitante para el mantenimiento de la vivienda y la disponibilidad de sus propietarios. Como tantos y tantos bienes patrimoniales, esta vivienda única no recibe subvenciones, ni apoyo de institución alguna. Hoy en día, son los familiares de Lino Bueno (en nuestro caso, un tataranieto) los que la muestran y nos guían por sus estancias, lo que hace que sintamos más de cerca la historia de esta fascinante casa y de las personas que la habitaron.

Detalle del retrato de Lino Bueno Utrilla que podemos ver en el interior de su casa

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Uno de los picos que utilizó el protagonista de este artículo para horadar la roca

De piedras y enigmas

Curioso símbolo solar sobre el dintel de una de las casonas de Abánades
EL LENGUAJE OCULTO DE LAS PIEDRAS

Cuenta la leyenda que una anciana, despechada por no haber sido invitada a una boda, envenenó como venganza el pozo de agua del pueblo, matando a todos los habitantes. Relato este muy repetido entre los castellanos para explicar la pérdida de población y abandono de pueblos como San Llorente, situado en un altozano junto a la Fuente del Chorrillo en Abánades.

Fuente del Chorrillo, junto al despoblado de San Llorente

Desde el siglo XVII aproximadamente, sus ruinas han sido utilizadas como cantera por los abanadienses, sobre todo después de la devastación sufrida durante la guerra civil. Y muchas de sus extrañas piedras, junto a las originarias de Abánades, han acabado en los muros y paredes de sus viviendas: estelas funerarias discoideas, símbolos solares, lápidas, estrellas de compás, etc.

Estela discoidea junto a la iglesia románica de San Pedro

Estas últimas son muy habituales en el entorno rural: la estrella de compás es un símbolo que representa la eternidad. Se empezó a utilizar en tiempos de los celtas hasta el medievo, en las sepulturas y como ornamentación en los dinteles de las fachadas. Mientras, las abundantes cruces sobre los dinteles de casas y establos protegían de las enfermedades, maldiciones y, sobre todo, del mal de ojo.

Estrella de compás labrada sobre una de las lápidas del viejo cementerio

De entre todos estos pétreos recuerdos de la antigüedad, cabe destacar la pieza heráldica fechada en 1586 que podemos observar en los muros de una casona reconstruida ubicada frente al Juego de Pelota. A pesar de los decretos y leyes que protegen este tipo de piedras, consideradas hoy en día Bienes de Interés Cultural, nunca han sido inventariadas por el Ayuntamiento de Abánades.

Un misterio sin resolver que desconcierta a los expertos

El año en que se labró esta piedra, para que os situéis en el tiempo, gobernaba España el rey Felipe II y estábamos en plena guerra con Inglaterra. Con la inestimable ayuda del pirata Francis Drake los ingleses invaden y saquean durante un mes la ciudad de Santo Domingo. Mientras, en el ámbito cultural, el Greco comenzaba su famoso cuadro “El entierro del Conde de Orgaz”.

Con Felipe II, la monarquía española llegó a ser la primera potencia de Europa y el Imperio español alcanzó su apogeo.

El escudo, curiosamente invertido, contiene tres figuras: panela, caldera y un báculo en barra. La caldera era el símbolo de los hombres ricos en la Alta Edad Media y más tarde, de poder y riqueza. Sin embargo, la panela, muy utilizada en los armoriales españoles, se suele asociar a los Mendoza. Por otra parte, el báculo, unido a la mitra, está asociado a las armas de las autoridades eclesiásticas.

Al voltear la imagen para que la boca del escudo esté en su sitio, las figuras quedan invertidas

Desconocemos si la piedra es originaria de Abánades o proviene del despoblado de San Llorente. Ni en el Nomenclátor del Obispado de Sigüenza ni en las crónicas de Francisco Layna Serrano se hace referencia a ella. Lo que sí es cierto es que Don Gonzalo Núñez de Lara, noble burgalés fundador de Laranueva y Abánades, portaba en su escudo de armas dos calderos.

Escudo de armas de Don Gonzalo Núñez de Lara

No se sabe por qué el escudo está invertido, aunque hay una tesis razonable. Descartado el luto o un error del cantero, todo apunta a que fuera un caso de armas difamadas, infamadas y descargadas. Se llama así cuando el soberano, por causa de algún crimen, vilipendio, bajeza o infamia, imponía por castigo al culpable una modificación o corte vergonzoso en su escudo de armas.

Una de las muchas cruces protectoras que podemos ver en Abánades integrada en un muro

Desde este foro animamos al consistorio de Abánades a realizar un inventario de estos tesoros patrimoniales y, si es posible, señalizarlos para disfrute de tod@s. Si precisas información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

¿Un ángel exterminador en una de las lápidas del viejo cementerio?

Tierra de castillos

La inexpugnable torre del homenaje del castillo de Atienza
PAISAJES DE LEYENDA

Castilla surgió como entidad política autónoma en el siglo IX, alcanzando la categoría de “reino” en el siglo XI, y su nombre se debe a la gran cantidad de castillos que se fueron levantando por sus tierras durante siglos. Visitar y deleitarse con las fortalezas que se extienden por todos los rincones de Castilla-La Mancha nos permite realizar un viaje en el tiempo y disfrutar de los espectaculares y sobrecogedores parajes elegidos para su emplazamiento.

La torre de Los Casares en Riba de Saelices

Los casi ocho siglos de ocupación árabe y Reconquista mantuvieron estas tierras en estado de guerra constante. Si a esto le unimos las disputas entre la nobleza y la monarquía hasta bien entrado el Renacimiento, entenderemos la continua y, en algunos momentos, frenética actividad constructiva, por la que se levantaron miles de castillos, murallas, atalayas y torres vigías o defensivas a lo largo y ancho de lo que hoy es la región castellano-manchega.

Interior del castillo de Sigüenza durante la celebración de una feria de de antiguedades

Un recorrido por estas fortalezas es un deleite para los sentidos por las imponentes trazas constructivas que se presentan ante nuestros ojos, por la historia que desprenden grabada en sus muros, por los personajes que los vivieron, por los excepcionales entornos naturales en los que se asientan y por el ambiente legendario que se respira en sus muros. Te recomendamos que te informes de los horarios de apertura y de la posibilidad de visitarlos libremente.

El fotogénico castillo de Zafra

MUY CERCA DE ABÁNADES

Estamos en tierra de castillos, la mayoría de ellos desconocidos para muchos, pero con un poderoso atractivo. Aunque nos centraremos en los castillos más próximos al Hotel Rural & Spa Los Ánades, no podemos olvidar a la hermosa villa medieval de Molina de Aragón; al castillo de Zafra, protagonista de la serie Juego de Tronos; al de Jadraque, o del Cid; y al castillo de Torija, que en su interior nos muestra los objetos personales que Camilo José Cela utilizó en sus viajes.

Una de las galerías interiores del castillo de Sigüenza

Sigüenza es uno de los núcleos medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Su espectacular y sobrio castillo, que domina la ciudad no muy lejos de las corrientes del río Henares, es hoy Parador de Turismo. Su visita es libre, quedando restringida solo la zona de habitaciones de los clientes, y nos permite conocer esta enorme fortaleza erigida en el siglo XII que fue residencia permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX.

Murallas exteriores del castillo de Sigüenza

El castillo de Cifuentes comenzó a construirse en abril de 1324 sobre una fortaleza árabe. Ha pertenecido durante siglos a los herederos del infante Don Juan Manuel, hasta su adquisición por el ayuntamiento de Cifuentes. De planta cuadrada, el castillo tiene cinco torres de planta cuadrada y circular, siendo pentagonal la del homenaje. Sobre la única puerta de acceso permanece aún el escudo de Don Juan Manuel, dos brazos alados con espadas y dos leones.

Momentos de descanso y relax en la terraza de nuestro hotel

El castillo de Pelegrina se encarama en un alto muy próximo a los cortados que perfilan el impresionante meandro del río Dulce. Se trata de un castillo roquero, de planta alargada, poligonal, adaptada a la superficie del terreno, esquinado por fuertes torreones cilíndricos. Aunque de formas defensivas, no tuvo apenas importancia estratégica, siendo saqueado y prácticamente destruido en 1710 por las tropas del archiduque Carlos y en 1811 por las tropas napoleónicas.

La villa medieval de Pelegrina junto a su castillo

El Castillo de La Torresaviñán, erigido en el siglo XII, es uno de los pocos castillos románicos que no ha sufrido transformaciones. Clásico ejemplo de transición entre la torre-fortaleza y el castillo amurallado, ya que comparte características de ambos. Con unos buenos prismáticos podemos ver la Sierra de Megorrón –Cifuentes– al sur, las estribaciones de Atienza al norte, la sierra de Segovia al oeste, y las estribaciones del río Tajo al este.

Castillo románico de La Torresaviñan

La atalaya de la Riba de Saelices es una construcción árabe del siglo IX de más de 15 metros de altura que custodiaba el asentamiento bereber situado en la misma ladera, junto a la cueva de Los Casares, y que estuvo habitado durante más de 300 años. De carácter defensivo protegía el pueblo de posibles ataques y formaba parte de un sistema de vigilancia más complejo junto a otras torres distribuidas por la zona con las que mantenía contacto visual.

La torre de Los Casares junto al poblado hispano-musulmán

El castillo de Atienza se divisa mucho antes de llegar a las puertas de esta hermosa población que atesora un fantástico conjunto monumental. Sobre el imponente cerro quedan algunos lienzos de la muralla y la inexpugnable torre del homenaje que se levanta sobre una gran mole rocosa. Es un fantástico escenario cuya visita puede ser aprovechada por el viajero para contemplar la popular Caballada en la mañana del Domingo de Pentecostés.

El castillo de Atienza durante la presentación de una nueva temporada de Juego de Tronos

Para finalizar, nos gustaría mencionar algunas de las fortalezas guadalajareñas que llevan siglos esperando tu visita y que no te defraudarán: Anguix (Sayatón) –con unas espectaculares vistas panorámicas del río Tajo–, Arbeteta, Castilnuevo, Cogolludo, Escamilla, Establés, Galve de Sorbe, Guijosa, Palazuelos, Peña Bermeja (Brihuega), Pioz, Riba de Santiuste, Santiuste (Corduente), Vallermoso de Tajuña, Villel de Mesa y Zorita de los Canes.

En el interior del castillo de Pelegrina

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

El pan nuestro de cada día

Pan recién horneado en nuestro Restaurante el Ánade Real
ARQUITECTURA TRADICIONAL

Saelices de la Sal está situada a solo 19 minutos de Abánades por las carreteras GU-928 y CM-2021. Las Salinas de San Juan dotan de apellido a este pueblo del alto Tajo y eclipsan, por su monumentalidad, cualquier otro espacio cultural de este tranquilo municipio de apenas 40 habitantes.

Las conocidas salinas de San Juan en plena producción

Como de las salinas ya hablamos largo y tendido en otra entrada de este blog https://blog.losanades.com/salinas-de-san-juan/ vamos a proponeros un relajante paseo por el pueblo, poniendo especial énfasis en un importante y desconocido elemento arquitectónico y etnográfico: el antiguo horno de pan.

Edificio que alberga el viejo y tradicional horno comunal de Saelices de la Sal
LOS ORíGENES

El pan surgió por azar allá por el Nelolitico, cuando alguien descuidó al sol, sobre una olla, una papilla formada por semillas, cereales y agua. Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución del hombre, presente en el devenir de los tiempos, formando parte de la cultura universal de la humanidad.

Grabado de una inquietante y extraordinaria figura humana en la cueva de Los Casares. Ayuntamiento de Riba de Saelices

En Egipto, Grecia y Roma mejora mucho la calidad del pan y en la Edad Media aparecen, con el apogeo de las ciudades, los primeros gremios de artesanos. Al ser el pan alimento base de la población, en esta época, al igual que en Roma, la producción y distribución del pan la regulaban los gobiernos.

Ilustración de un horno de pan en la Edad Media

A finales siglo XVIII progresan la agricultura y las investigaciones sobre la harina, se consigue la mejora en la técnica del molino, aumenta la producción del trigo y se obtiene una harina de más calidad. El precio del pan baja al aumentar la oferta y se consigue que el elitista pan blanco llegue a toda la población.

Horneando los panes a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

El horno que podemos visitar en Saelices de la Sal no es otra cosa que el resultado de la evolución del primer horno babilónico que hace 5.000 años se fabricaba en barro. Se construía a base de una tapa de adobe y tierra en forma de campana, permitiendo la cocción tanto por arriba como por abajo.

La estancia que alberga el horno

Los egipcios perfeccionaron la técnica dividiendo el horno en dos partes, una para el quemador y otra superior donde colocaban los alimentos. Más tarde, los romanos lo perfeccionaron incluyendo arcos en el diseño, dando así una fórmula de cúpula con la que conseguían un gran aislamiento térmico.

Detalle de nuestro horno de Saelices de la Sal
EL HORNO

Producto de la revolución industrial del siglo XIX, nuestro horno está inspirado en los de fundición para la herrería que conseguían un mayor control del fuego. Fue usado hasta mediados del siglo XX por las familias de Saelices de la Sal para amasar a puño y cocer el pan a fuego lento, base de su dieta alimenticia.

El antiguo almacén de leña rehabilitado para usos sociales

Funcionaba tres días por semana, atendido por el vecino que ganaba la subasta, que se celebraba el día de San Isidro. La familia del hornero se encargaba del suministro de leña y paja, de cuidar la cocción, así como de la limpieza y mantenimiento. A cambio, cobraba una parte proporcional de la masa horneada.

La centenaria chimenea del viejo horno

Se amasaban los panes sobre mesas, dejando descansar las hogazas y tortas sobre tableros de madera dispuestos junto a las paredes. En los últimos años en que se utilizó, funcionó como una panadería y abastecía a todos los pueblos de la comarca. Este mismo año, el horno celebrará su 92º aniversario.

Despachando el pan a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

En la actualidad, la facilidad para elaborar y adquirir pan nos ha hecho olvidar que hubo un tiempo en el que cada pedazo de pan, por muy tosco que fuera, se consideraba prácticamente un manjar. Un manjar que, además de harina, levadura, sal y agua, llevaba otros ingredientes como amor, esfuerzo y satisfacción. Y quizás por eso, sabía tan bien.

Tradicionales hogazas que nuestro proveedor Monte Pinos Selección de Alimentos Frescos te ofrece en sus obradores de Madrid

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Fotografía de detalle del pirómetro

El arte de la piedra seca

Casillo en Los Majanares de Abánades
PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD

La técnica de la piedra seca, pared seca, piedra en seco o albarrada es un proceso de construcción caracterizado por la ausencia de mortero o argamasa. Con un origen ancestral que se remonta al neolítico, esta técnica es una de las primeras aproximaciones del hombre a la construcción a través de la piedra.

Rincón de Abánades en el que el tiempo se ha detenido

En el año 2018 la Unesco eligió los muros de piedra seca en España y otros siete países como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Lo que quiere decir que debemos preservar por ley estas milenarias manifestaciones constructivas del ámbito rural así como el, prácticamente extinguido, oficio de paredador.

Chozo de pastor en Luzaga

Los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas, en la lucha contra la erosión y desertificación de terrenos, en la mejora de la biodiversidad y en la creación de condiciones microclimáticas propicias para la agricultura.

Detalle de una cerrada

Estas construcciones populares han modelado el paisaje de la comarca del alto Tajuña a lo largo de los siglos y las podemos apreciar y valorar tanto por su cantidad como por su calidad: chozones, parideras, cerradas, casillos, pozos, hornos e incluso fortificaciones, refugios y trincheras de la guerra civil española.

Muro de piedra seca en una típica casa de Abánades

Precisamente este es un rasgo diferencial de Abánades, ya que sus campos fueron escenarios de cruentos combates durante la contienda. En los Espacios Históricos de Los Castillejos y de El Alto del Molino, ambos en territorio republicano, podemos apreciar espectaculares construcciones en piedra seca.

Posición de artillería en el Alto del Molino de Abánades

En la comarca dispones de dos rutas muy recomendables para disfrutar de este arte en contacto con la naturaleza: la ruta de los chozones de Ablanque y la ruta de los chozones sabineros de La Loma, de la que ya hemos hablado en este mismo blog: https://blog.losanades.com/los-chozones-de-la-loma/

Chozón sabinero en La Loma

Para obtener una información más detallada de las rutas que puedes disfrutar andando, corriendo o en bicicleta en la comarca del alto Tajuña, puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18 o escribiendo al correo electrónico reservas@losanades.com

Camino del pozo redondo junto al Hotel Rural & Spa Los Ánades

Un tesoro natural

Primer plano de la lavanda abanadiense
LOS MAJANARES DE ABÁNADES

Cuenta la leyenda que a mediados del siglo pasado los habitantes de Abánades, unidos, hermanados y conscientes de la complicada supervivencia en una orografía y clima extremos, recolectaban a mano los haces de espliego de sus montes ayudados de una hoz para después destilarlos en los gigantescos calderos ubicados en las viejas eras, junto al puente grande o en el pozo de los tormos.

Aniceto Renales (a la derecha) junto a dos compañeros dispuestos a destilar el espliego

Aniceto Renales Morencos, uno de estos héroes de leyenda a sus espléndidos 93 años nos cuenta que, desde “muy chico”, se dedicó a estas labores. Él se encargaba de pisar el espliego para que entrara más cantidad en los calderos y de destilarlo, con el objetivo de obtener el preciado aceite esencial que en los años 40, 50 y 60 adquiría una empresa sevillana denominada Ramón Laborda.

Nuestro protagonista en la actualidad

Años más tarde, en el año 2016, dos jóvenes agricultores y emprendedores de Abánades, con el mismo espíritu de antaño e inspirados en el auge que empieza a adquirir este cultivo en Brihuega y Almadrones como modelo de turismo sostenible y alternativa de negocio en un entorno rural en claro receso, deciden recuperar esta tradición y se inician en la aventura de la lavanda, adquiriendo cuatro hectáreas para plantar en ellas 36.000 plantas de lavanda.

Primeros brotes de lavanda en Los Majanares

Hoy conocemos este singular espacio único, por su paisaje y entorno montañoso, como Los Majanares de Abánades y la empresa encargada de su cuidado es Agrogutina. El extenso manto morado que podemos apreciar desde mediados de julio a mediados de agosto es una variedad de lavandín (lavándula angustifolia y lavándula latifolia), que tiene sus orígenes primeros en la fusión del espliego y la lavanda.

Los Majanares de Abánades en todo su esplendor

Aunque ya hablaremos de la lavanda detenidamente en otra entrada de este blog, comentaros que desde hace miles de años ha sido apreciada por sus propiedades y aroma. Las cualidades de esta hermosa planta y su estimado aceite esencial han sido recurrentemente mencionadas en textos referidos a botánica, belleza, aseo, farmacia y medicina. La lavanda tranquiliza y relaja la mente, alivia los dolores musculares, las afecciones respiratorias, la regeneración de tejidos y ayuda a conciliar el sueño.

Detalle de una mariposa de cola de golondrina sobre la flor de la lavanda

Los antiguos alambiques han evolucionado en una moderna maquinaria y el tiempo ha dotado a nuestros jóvenes empresarios y agricultores de experiencia, mejorando, innovando y perfeccionando su explotación para alcanzar el máximo aprovechamiento. Con el riguroso respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad como bandera, Agrogutina se ha convertido en proveedor oficial del Hotel Rural & Spa Los Ánades.

Todo listo en el Restaurante El Ánade Real para celebrar nuestro Lavanda Summer

Productos naturales y artesanales como bolsas aromáticas para regalo o decoración, frascos de aceite esencial y jabones elaborados a mano son algunos de los productos que pueden adquirirse en su página web https://agrogutina.webnode.es/ o en la recepción de nuestro hotel. Además de disfrutar de visitas guiadas y talleres de aromaterapia, entre otras muchas actividades que os ofrecemos durante nuestro Lavanda Summer, en un ambiente tranquilo y familiar.

Algunos de los productos naturales y artesanales que nos ofrece Agrogutina

Durante los meses de julio y agosto, la lavanda es la reina del paisaje en Abánades y su aroma impregna cada rincón. Para obtener una información más detallada del Lavanda Summer de Abánades contacta con nosotros llamando al teléfono 608720518 o escribiendo a reservas@losanades.com y Mayte García Vilches resolverá todas tus dudas. 

Nuestros amigos de Agrogutina en su stand durante el I Trail Abánades, un trail por la historia
Aromas del Tajuña

¿Qué fue del abuelo?

Andreu Buenafuente junto al Coronel José Romero y al presentador Eloy Vila
VIAJANDO EN EL TIEMPO CON ANDREU BUENAFUENTE

El pasado mes de abril recibimos la grata visita de Andreu Buenafuente, protagonista del primer capítulo de una serie documental y de entretenimiento titulada “Quanta Guerra!” que está produciendo la televisión autonómica catalana TV3. Un recorrido y una aventura que, partiendo de Lorca, va siguiendo los pasos de su abuelo materno durante la guerra civil española.

El equipo de grabación de TV3 en el observatorio del Otero de Sacecorbo

Mariano Moreno Guevara, integrado en la 70 Brigada Mixta, se especializó como telemetrista y ascendió a cabo participando en las batallas del Jarama, Guadalajara, Brunete, Abánades y Levante, donde murió de forma heroica enfrentándose a los tanques enemigos con bombas de mano y cócteles molotov. Hechos por los que fue ascendido a sargento a título póstumo.

Un telémetro como el que que utilizaba el abuelo de Andreu Buenafuente

El rodaje en tierras guadalajareñas comenzó en Brihuega, escenario principal de la conocida batalla de Guadalajara, continuando la tarde del viernes en el observatorio republicano del Otero de Sacecorbo. Allí mismo y con un telémetro de época, Andreu recibió un curso práctico del manejo de tan importante y delicado instrumento óptico de la mano del Coronel José Romero.

Andreu Buenafuente y Eloy Vila en la biblioteca del Hotel Rural & Spa Los Ánades

Ya en el Hotel Rural & Spa Los Ánades, donde todo el equipo disfrutó de la mejor gastronomía de la comarca en el Restaurante El Ánade Real, se procedió a grabar los últimos planos del día en la biblioteca. Andreu Buenafuente, acompañado de Eloy Vila, hizo balance al calor del hogar de las experiencias y sorpresas vividas durante la intensa jornada.

Andreu Buenafuente y Eloy Vila saliendo del Hotel Rural & Spa Los Ánades

Después de un merecido descanso, un nutritivo desayuno y de la grabación de un par de tomas en los exteriores del hotel, todo el equipo se desplazó al Puntal del Abejar de Sotodosos. En las trincheras y refugios de tan importante enclave estratégico, Andreu recibió completa información de La Batalla Olvidada de boca de Julián Dueñas, investigador reputado de la zona.

Julián Dueñas guiando a todo el equipo de TV3 hacia las trincheras del Puntal del Abejar

Andreu Buenafuente se mostró muy cercano en todo momento, quiso conocer todos los pormenores y detalles del Museo Histórico Municipal de Abánades y de todas las actividades relacionadas con el mismo. También mostró mucho interés por la comarca del alto Tajuña y el sentir de sus gentes trasladándonos una humanidad y una bondad inenarrables.

Andreu Buenafuente escucha detenidamente las explicaciones de Julián Dueñas

Juntos repasamos la actualidad nacional e internacional conversando largo y tendido con el Coronel José Romero y Julián Dueñas Méndez. También es cierto que nos reímos juntos, y mucho, con el intercambio de anécdotas, peculiaridades y curiosidades de la comarca. Emotiva fue también la despedida de todo el equipo después de dos intensos días de confraternización.

Andreu Buenafuente junto a Mayte García Vilches, Directora del Hotel Rural & Spa Los Ánades

El documental, el primero de la serie y con una duración de unos 55 minutos, podrá verse el próximo mes de junio en TV3. La experiencia y la colaboración han sido increíbles con un balance tremendamente positivo y aun sin ver el documental le auguramos mucho éxito dado el contenido humano que atesora. Desde aquí queremos darle las gracias a todo el equipo de TV3 en general y a Andreu Buenafuente en particular por su amistad y apoyo incondicional.