Bastión de Don Juan Manuel

Dando un pequeño paseo desde el casco histórico llegamos al Cerro Testigo
CASTILLO DE CIFUENTES

A solo 25 minutos de Abánades y viajando por las carreteras GU-928 y CM-2021 llegamos a Cifuentes. Aunque su principal joya es el castillo, esta villa medieval nos ofrece una amplia oferta turística: el encanto rural de su plaza mayor, sus calles empedradas, su iglesia, su convento y un ambiente tranquilo que invita a pasear y explorar. El castillo se alza majestuosamente sobre el Cerro Testigo desde donde puedes disfrutar de unas preciosas vistas panorámicas.

El imponente castillo del Infante Don Juan Manuel en Cifuentes

LA FORTALEZA

Según la crónica escrita por Don Juan Manuel, el castillo comenzó a construirse en abril de 1324 sobre los restos de una alcazaba árabe (aunque las excavaciones arqueológicas no han hallado restos de dicha época) y durante siglos ha pertenecido a sus herederos. Pasó a Don Álvaro de Luna que lo cedió a Juan de Silva, primer Conde de Cifuentes. Cuenta la leyenda que aquí nació la princesa de Eboli, aunque lo más probable es que lo hiciera en el desaparecido palacio que su padre poseía en el casco histórico. Perteneció hasta el siglo XIX a la Casa Ducal de Pastrana hasta su adquisición por el ayuntamiento de Cifuentes, que ha llevado a cabo varias restauraciones.

El castillo en los años cincuenta del pasado siglo. Cortesía de la Oficina de Turismo de Cifuentes

Sus imponentes torres cilíndricas y almenas destacan en el horizonte, mostrando su esplendor arquitectónico. Esta fortaleza medieval cumplía funciones tanto defensivas como residenciales. Su diseño refleja la adaptación de las construcciones de la época a las necesidades de la nobleza. Sus muros y torres fueron testigos de batallas y acontecimientos históricos, mientras que su interior albergó a importantes figuras de la nobleza y la realeza española.

Accedemos al patio de armas del castillo a través de dos puertas situadas en zigzag

El castillo es de planta cuadrada y tiene cinco torres: cuadradas, circulares y pentagonal la del homenaje. Sobre la puerta de acceso permanece aún el escudo de Don Juan Manuel, dos brazos alados con espadas y dos leones. Un arco apuntado, en la puerta de la torre del homenaje, da acceso a la estancia con bóveda de piedra y nervios que se cruzan en su centro. La escalera de caracol, al fondo, da acceso a la planta superior, con bóveda de ladrillo mudéjar.

La Torre del Homenaje del castillo, desde el exterior, ya consolidada y en proceso de restauración

El Castillo de Cifuentes es un importante testimonio de la historia de la región y una visita obligada para los amantes de la arquitectura medieval y la historia de España. Sus imponentes dimensiones y su ubicación privilegiada lo convierten en un lugar fascinante para sumergirse en el pasado y disfrutar de la belleza arquitectónica. Explorar sus estancias y caminar por sus muros permite adentrarse en la historia y revivir el esplendor de una época pasada.

Cuenta la leyenda que esta puerta daba acceso a un pasadizo subterráneo por el que se podía llegar hasta Cifuentes

DON JUAN MANUEL

Don Juan Manuel nació en Escalona en 1282 y murió en Córdoba en 1348. Miembro de la Casa Real, nieto de Fernando III el Santo, fundador de la Escuela de Traductores de Toledo, y sobrino de Alfonso X el Sabio era el prototipo de caballero medieval, dedicado por igual a la guerra y a la actividad literaria de la que fue uno de los principales representantes de la prosa medieval de ficción. Fiel reflejo del modo de vivir de los caballeros de la baja Edad Media.

Vistas de la villa de Cifuentes desde el castillo del Infante Don Juan Manuel

Fue uno de los hombres más cultos de su época y contribuyó de forma importante a dar un impulso decisivo a la prosa castellana. Basándose en fuentes latinas, creó una obra personal, de intención didáctica y gran unidad lingüística y estilística. Sus obras iban dirigidas a formar a los jóvenes caballeros nobiliarios, instruyéndolos en una moral práctica destinada a darles recursos para desenvolverse en la vida de la corte.

La monumental espadaña de la Iglesia de Santo Domingo

Criticado por dedicarle más tiempo a las letras que a la espada, visionario y prolífico autor de obras como el Libro del Caballero y el Escudero y El Libro de los Estados, en el que ofrece una visión de como debía ser la sociedad ideal en el siglo XIV. Aunque su libro más conocido y reconocido es El Conde Lucanor o Libro de Patronio, que no es otra cosa que una colección de cincuenta y un cuentos de una narrativa fundamentalmente didáctica.

Primera página del manuscrito del Conde Lucanor. Biblioteca Nacional de España

Entre los cuentos destacan el del sueño mágico de don Illán, que inspiró una comedia a Juan Ruiz de Alarcón; el de Doña Truhana, precedente de la fábula de la lechera; el de los tejedores que hicieron al rey un paño invisible, utilizado por Miguel de Cervantes en el Retablo de las maravillas, y el del mancebo casado con una mujer brava, que sirvió de tema a La fierecilla domada de William Shakespeare.

Otra de las fabulosas vistas que nos ofrece el castillo del Infante Don Juan Manuel

Puedes participar en las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento de Cifuentes todos los domingos de junio. Son gratuitas y el único requisito es estar presente en la puerta del castillo a las 10:00 horas. Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Visita guiada organizada por la Oficina de Turismo de Cifuentes

Esplendor medieval

El espectacular e imponente palacio y fortaleza de los obispos de Sigüenza
CASTILLO DE SIGÜENZA

A solo 35 minutos de Abánades y viajando por las carreteras GU-928 y GU-118 llegamos a Sigüenza, uno de los núcleos medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Su espectacular y sobrio castillo, que domina la ciudad no muy lejos de las corrientes del río Henares, es hoy Parador de Turismo. Su visita es libre, quedando restringida solo la zona de habitaciones de los clientes, y nos permite conocer esta enorme fortaleza erigida en el siglo XII que fue residencia permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX.

El castillo después de su restauración en los años 70 del pasado siglo. Fotografía: Archivo General de la Administración
DE OBISPOS GUERREROS

El castillo de Sigüenza está situado en el mismo emplazamiento que eligieron los romanos para asentarse en el lugar. Es de origen árabe, con una planta irregular y fuertes muros de cortina reforzados con torreones de planta cuadrada situados en los ángulos y en el centro de los lienzos. En la parte central de la planta encontramos un amplio patio, rodeado de edificaciones creadas a partir de 1124, fecha en que el Obispo Don Bernardo de Agén lo conquistara, utilizándolo él y sus sucesores como residencia episcopal.

Vistas de las murallas del castillo desde el interior de una de las torres

El Obispo Don Simón Girón de Cisneros realizó obras de importancia a comienzos del siglo XIV. Entre ellas, levantó la original puerta principal flanqueada por dos cubos con matacanes y abrió la del lienzo occidental sobre el foso con su puente levadizo. En el castillo residió confinada durante cuatro años la Reina Doña Blanca de Navarra, repudiada por Don Pedro I de Castilla, apodado por unos “el cruel” y por otros “el justiciero”, víctima de las conspiraciones y las malas artes. En recuerdo de estos tristes hechos históricos se celebra todos los años una espectacular fiesta medieval en Sigüenza.

Estado en el que se encontraba la puerta principal a principios del siglo XX. Fotografía: Archivo General de la Administración

A la magnificencia del Cardenal Mendoza, al ser nombrado obispo de Sigüenza, se deben la mayor parte de las obras en la catedral, no faltando su iniciativa en la fortaleza ya que en su tiempo se construyó la barbacana, mejoró el palacio cubriendo las estancias con artesonados y cuidó del alojamiento de los hombres de armas. Durante la Guerra de Sucesión fue ocupado por los dos bandos, residiendo en él el Archiduque Don Carlos.

Interior del castillo de Sigüenza durante la celebración de una feria de de antiguedades

Más adelante, durante el episcopado de Don Juan Díaz de la Guerra, de 1777 a 1801, se realizaron obras de reforma en el palacio ampliándolo y dotándolo de los oficios del provisorato y otras dependencias de la sede. En la Guerra de Independencia sufrió grandes daños, perdiendo los artesonados y gran parte de sus riquezas. Reparado por los prelados, especialmente por el Obispo Vejerano, fue residencia episcopal hasta mediados del siglo XIX en que se trasladó a la antigua universidad.

Gracias a la magnífica restauración acometida en 1970 podemos apreciar hoy su espíritu altomedieval

Finalmente fue Cuartel de la Guardia Civil hasta la Guerra Civil española, en que fue utilizado como cuartel por el Ejército Popular Republicano. Sufrió graves daños durante el conflicto debido a los constantes bombardeos de aviación y artillería durante la Batalla de Sigüenza en 1936. Destruido y posteriormente abandonado se convirtió en cantera para nuevas construcciones, además de perder valiosos elementos como rejas, azulejería, tallas y demás objetos de valor.

Portada del primer proyecto de derribo y desescombro de la Dirección General de Regiones Devastadas
RECUPERANDO LA HISTORIA

En 1963 se presenta el primer proyecto de las obras de conservación urgentes que precisaba el castillo, principalmente en la puerta principal cuyo estado era de ruina inminente y exigía una rápida consolidación. Se procede al picado y saca de escombros en la puerta y en la zona conservada de la capilla. En la puerta se suprimen los muros añadidos para cuadras y dependencias del cuartel, obras sin ningún valor artístico y que afean el conjunto.

La puerta principal en los planos del primer proyecto de rehabilitación del castillo. Ilustración: Archivo General de la Administración

La consolidación de la puerta se proyecta recalzando por puntos los torreones en sus cimientos y zonas bajas que estaban reventados. La puerta de sillería, estaba parcialmente perdida y se proyectó su reconstrucción, tanto exterior como interiormente, completándose con las guarniciones de piedras en las ventanas. Con obras complementarias se proyecta sustituir los forjados de los torreones, solando las terrazas con baldosa especial y completando las almenas.

Detalle nocturno del lienzo de la muralla donde se encuentra el acceso principal del castillo de Sigüenza

Sin embargo, la restauración que dejó el castillo tal y como lo conocemos en la actualidad fue iniciada en 1970 y concluida en 1976. Dirigida por el arquitecto J.L. Picardo por encargo del Ministerio de Información y Turismo se basó en antiguos planos cotejados con los restos que quedaban en pie. La inauguración oficial del Parador Nacional de Turismo tuvo lugar en 1978 con la visita del rey Juan Carlos I y la reina Sofía.

Una de las galerías de los patios interiores del castillo de Sigüenza

A través de Sigüenza Visitas Guiadas podrás conocer los secretos de una de las fortalezas mas importantes de España. Víctor y Jorge, sus responsables, son dos buenos amigos colaboradores del Hotel Rural & Spa Los Ánades con los que compartimos filosofía, objetivos y amor a nuestra tierra. Puedes contactar con ellos y reservar una visita guiada y personalizada a través de su web www.visitasguiadassiguenza.es

Detalle de uno de los grandes salones de los que dispone el castillo, hoy Parador Nacional de Turismo

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Cartel de la feria medieval que tuvo lugar el pasado año. Este año 2023 se celebrará el 7, 8 y 9 de julio

Tierra de castillos

La inexpugnable torre del homenaje del castillo de Atienza
PAISAJES DE LEYENDA

Castilla surgió como entidad política autónoma en el siglo IX, alcanzando la categoría de “reino” en el siglo XI, y su nombre se debe a la gran cantidad de castillos que se fueron levantando por sus tierras durante siglos. Visitar y deleitarse con las fortalezas que se extienden por todos los rincones de Castilla-La Mancha nos permite realizar un viaje en el tiempo y disfrutar de los espectaculares y sobrecogedores parajes elegidos para su emplazamiento.

La torre de Los Casares en Riba de Saelices

Los casi ocho siglos de ocupación árabe y Reconquista mantuvieron estas tierras en estado de guerra constante. Si a esto le unimos las disputas entre la nobleza y la monarquía hasta bien entrado el Renacimiento, entenderemos la continua y, en algunos momentos, frenética actividad constructiva, por la que se levantaron miles de castillos, murallas, atalayas y torres vigías o defensivas a lo largo y ancho de lo que hoy es la región castellano-manchega.

Interior del castillo de Sigüenza durante la celebración de una feria de de antiguedades

Un recorrido por estas fortalezas es un deleite para los sentidos por las imponentes trazas constructivas que se presentan ante nuestros ojos, por la historia que desprenden grabada en sus muros, por los personajes que los vivieron, por los excepcionales entornos naturales en los que se asientan y por el ambiente legendario que se respira en sus muros. Te recomendamos que te informes de los horarios de apertura y de la posibilidad de visitarlos libremente.

El fotogénico castillo de Zafra

MUY CERCA DE ABÁNADES

Estamos en tierra de castillos, la mayoría de ellos desconocidos para muchos, pero con un poderoso atractivo. Aunque nos centraremos en los castillos más próximos al Hotel Rural & Spa Los Ánades, no podemos olvidar a la hermosa villa medieval de Molina de Aragón; al castillo de Zafra, protagonista de la serie Juego de Tronos; al de Jadraque, o del Cid; y al castillo de Torija, que en su interior nos muestra los objetos personales que Camilo José Cela utilizó en sus viajes.

Una de las galerías interiores del castillo de Sigüenza

Sigüenza es uno de los núcleos medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Su espectacular y sobrio castillo, que domina la ciudad no muy lejos de las corrientes del río Henares, es hoy Parador de Turismo. Su visita es libre, quedando restringida solo la zona de habitaciones de los clientes, y nos permite conocer esta enorme fortaleza erigida en el siglo XII que fue residencia permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX.

Murallas exteriores del castillo de Sigüenza

El castillo de Cifuentes comenzó a construirse en abril de 1324 sobre una fortaleza árabe. Ha pertenecido durante siglos a los herederos del infante Don Juan Manuel, hasta su adquisición por el ayuntamiento de Cifuentes. De planta cuadrada, el castillo tiene cinco torres de planta cuadrada y circular, siendo pentagonal la del homenaje. Sobre la única puerta de acceso permanece aún el escudo de Don Juan Manuel, dos brazos alados con espadas y dos leones.

Momentos de descanso y relax en la terraza de nuestro hotel

El castillo de Pelegrina se encarama en un alto muy próximo a los cortados que perfilan el impresionante meandro del río Dulce. Se trata de un castillo roquero, de planta alargada, poligonal, adaptada a la superficie del terreno, esquinado por fuertes torreones cilíndricos. Aunque de formas defensivas, no tuvo apenas importancia estratégica, siendo saqueado y prácticamente destruido en 1710 por las tropas del archiduque Carlos y en 1811 por las tropas napoleónicas.

La villa medieval de Pelegrina junto a su castillo

El Castillo de La Torresaviñán, erigido en el siglo XII, es uno de los pocos castillos románicos que no ha sufrido transformaciones. Clásico ejemplo de transición entre la torre-fortaleza y el castillo amurallado, ya que comparte características de ambos. Con unos buenos prismáticos podemos ver la Sierra de Megorrón –Cifuentes– al sur, las estribaciones de Atienza al norte, la sierra de Segovia al oeste, y las estribaciones del río Tajo al este.

Castillo románico de La Torresaviñan

La atalaya de la Riba de Saelices es una construcción árabe del siglo IX de más de 15 metros de altura que custodiaba el asentamiento bereber situado en la misma ladera, junto a la cueva de Los Casares, y que estuvo habitado durante más de 300 años. De carácter defensivo protegía el pueblo de posibles ataques y formaba parte de un sistema de vigilancia más complejo junto a otras torres distribuidas por la zona con las que mantenía contacto visual.

La torre de Los Casares junto al poblado hispano-musulmán

El castillo de Atienza se divisa mucho antes de llegar a las puertas de esta hermosa población que atesora un fantástico conjunto monumental. Sobre el imponente cerro quedan algunos lienzos de la muralla y la inexpugnable torre del homenaje que se levanta sobre una gran mole rocosa. Es un fantástico escenario cuya visita puede ser aprovechada por el viajero para contemplar la popular Caballada en la mañana del Domingo de Pentecostés.

El castillo de Atienza durante la presentación de una nueva temporada de Juego de Tronos

Para finalizar, nos gustaría mencionar algunas de las fortalezas guadalajareñas que llevan siglos esperando tu visita y que no te defraudarán: Anguix (Sayatón) –con unas espectaculares vistas panorámicas del río Tajo–, Arbeteta, Castilnuevo, Cogolludo, Escamilla, Establés, Galve de Sorbe, Guijosa, Palazuelos, Peña Bermeja (Brihuega), Pioz, Riba de Santiuste, Santiuste (Corduente), Vallermoso de Tajuña, Villel de Mesa y Zorita de los Canes.

En el interior del castillo de Pelegrina

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

El pan nuestro de cada día

Pan recién horneado en nuestro Restaurante el Ánade Real
ARQUITECTURA TRADICIONAL

Saelices de la Sal está situada a solo 19 minutos de Abánades por las carreteras GU-928 y CM-2021. Las Salinas de San Juan dotan de apellido a este pueblo del alto Tajo y eclipsan, por su monumentalidad, cualquier otro espacio cultural de este tranquilo municipio de apenas 40 habitantes.

Las conocidas salinas de San Juan en plena producción

Como de las salinas ya hablamos largo y tendido en otra entrada de este blog https://blog.losanades.com/salinas-de-san-juan/ vamos a proponeros un relajante paseo por el pueblo, poniendo especial énfasis en un importante y desconocido elemento arquitectónico y etnográfico: el antiguo horno de pan.

Edificio que alberga el viejo y tradicional horno comunal de Saelices de la Sal
LOS ORíGENES

El pan surgió por azar allá por el Nelolitico, cuando alguien descuidó al sol, sobre una olla, una papilla formada por semillas, cereales y agua. Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución del hombre, presente en el devenir de los tiempos, formando parte de la cultura universal de la humanidad.

Grabado de una inquietante y extraordinaria figura humana en la cueva de Los Casares. Ayuntamiento de Riba de Saelices

En Egipto, Grecia y Roma mejora mucho la calidad del pan y en la Edad Media aparecen, con el apogeo de las ciudades, los primeros gremios de artesanos. Al ser el pan alimento base de la población, en esta época, al igual que en Roma, la producción y distribución del pan la regulaban los gobiernos.

Ilustración de un horno de pan en la Edad Media

A finales siglo XVIII progresan la agricultura y las investigaciones sobre la harina, se consigue la mejora en la técnica del molino, aumenta la producción del trigo y se obtiene una harina de más calidad. El precio del pan baja al aumentar la oferta y se consigue que el elitista pan blanco llegue a toda la población.

Horneando los panes a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

El horno que podemos visitar en Saelices de la Sal no es otra cosa que el resultado de la evolución del primer horno babilónico que hace 5.000 años se fabricaba en barro. Se construía a base de una tapa de adobe y tierra en forma de campana, permitiendo la cocción tanto por arriba como por abajo.

La estancia que alberga el horno

Los egipcios perfeccionaron la técnica dividiendo el horno en dos partes, una para el quemador y otra superior donde colocaban los alimentos. Más tarde, los romanos lo perfeccionaron incluyendo arcos en el diseño, dando así una fórmula de cúpula con la que conseguían un gran aislamiento térmico.

Detalle de nuestro horno de Saelices de la Sal
EL HORNO

Producto de la revolución industrial del siglo XIX, nuestro horno está inspirado en los de fundición para la herrería que conseguían un mayor control del fuego. Fue usado hasta mediados del siglo XX por las familias de Saelices de la Sal para amasar a puño y cocer el pan a fuego lento, base de su dieta alimenticia.

El antiguo almacén de leña rehabilitado para usos sociales

Funcionaba tres días por semana, atendido por el vecino que ganaba la subasta, que se celebraba el día de San Isidro. La familia del hornero se encargaba del suministro de leña y paja, de cuidar la cocción, así como de la limpieza y mantenimiento. A cambio, cobraba una parte proporcional de la masa horneada.

La centenaria chimenea del viejo horno

Se amasaban los panes sobre mesas, dejando descansar las hogazas y tortas sobre tableros de madera dispuestos junto a las paredes. En los últimos años en que se utilizó, funcionó como una panadería y abastecía a todos los pueblos de la comarca. Este mismo año, el horno celebrará su 92º aniversario.

Despachando el pan a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

En la actualidad, la facilidad para elaborar y adquirir pan nos ha hecho olvidar que hubo un tiempo en el que cada pedazo de pan, por muy tosco que fuera, se consideraba prácticamente un manjar. Un manjar que, además de harina, levadura, sal y agua, llevaba otros ingredientes como amor, esfuerzo y satisfacción. Y quizás por eso, sabía tan bien.

Tradicionales hogazas que nuestro proveedor Monte Pinos Selección de Alimentos Frescos te ofrece en sus obradores de Madrid

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Fotografía de detalle del pirómetro

Donde el silencio habita

Vista general de Buenafuente del Sistal
BUENAFUENTE DEL SISTAL

El Monasterio de la Madre de Dios está situado en la localidad de Buenafuente del Sistal, a 42 minutos de Abánades por las carreteras GU-928, CM-2021 y CM-2113. Un bello enclave perdido en el alto Tajo, rodeado de pinares y sabinares entre altos picos de roca, que nos recuerda a la mítica Sangri-La y desde el que podremos viajar en el tiempo a la edad media, no solo por los edificios que vamos a descubrir sino por el ambiente de silencio, soledad y meditación que impregna todo el valle.

Una llamada a la meditación, a la austeridad, a la contemplación y a la soledad

Hay que tener muy en cuenta que no se trata de un enclave turístico convencional, ya que este monasterio cisterciense es el único en la provincia de Guadalajara que sigue en activo desde el año 1176, en el que servía como sostén espiritual del avance cristiano para la defensa del territorio molinés frente a los musulmanes de Cuenca. Y desde el año 1246 las monjas del Císter permanecen en él ininterrumpidamente, llevando una vida sencilla y austera en torno a la oración y el trabajo.

Monasterio Cisterciense de la Madre de Dios

Posee una historia increíble y fantástica, lo que le otorga un gran valor. Por sus puertas pasaron decenas de visitantes ilustres a lo largo de la historia, algunos de los cuales yacen entre sus muros. A punto de desaparecer con la invasión francesa y la desamortización de Mendizábal, en el año 1931 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. El conjunto monacal consta de una serie de edificios entre los que destaca sobre todo el monasterio con sus dependencias de clausura y su hospedería.

Una fuente de agua milagrosa junto a la entrada del monasterio

La iglesia forma parte muy especial de ese conjunto. Es de estilo románico, de una sola nave de cuatro tramos, más el presbiterio y el ábside de planta cuadrada. Se cubre con una bóveda de cañón ligeramente apuntada, propia de la arquitectura cisterciense. No posee capillas laterales, característico también de los monasterios femeninos del Císter, al existir un solo oficiante. En el interior de la iglesia, en su muro oeste, hay un manantial sobre una hornacina manando agua y que da nombre al monasterio. A él se atribuye la sanación en 1242 del infante Don Alfonso, hermano del rey Fernando III.

Interior de la iglesia del Monasterio de la Madre de Dios

A modo de curiosidad, comentaros que el célebre guitarrista Narciso Yepes pasaba largas temporadas de reposo y meditación en la hospedería del monasterio, donde llegó a ofrecer varios conciertos. Después de su fallecimiento, sus cenizas fueron esparcidas por las monjas en el huerto de clausura atendiendo sus últimas voluntades.

Detalle de la iglesia románica desde el exterior

Con esta frase, extraída de su página web https://buenafuente.org/ se define hoy en día el monasterio: “Lugar eclesial de oración, silencio, meditación de la palabra de Dios, contemplación, soledad y austeridad”

Uno de los sencillos accesos al recinto

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Detalle de la rejería de la clausura

Los chozones de La Loma

Típico chozón sabinero de La Loma
RUTA ETNOGRÁFICA

Esta curiosa ruta senderista comienza en el pequeño pueblo de La Loma, a solo 27 minutos de Abánades por las carreteras GU-928, CM-2021 y CM-2113. Allí nos recibe, en la paz y la tranquilidad más absoluta, un gran panel informativo que una vez estudiado dejaremos a nuestra derecha estacionando el vehículo en las antiguas eras.

Un bonito gráfico de la ruta

El recorrido empieza y acaba en La Loma, tiene una distancia de 9,600 km, una duración de 3 o 4 horas (sin llegar al mirador del Puntal del Galayo) y una dificultad baja-media. Aunque está bien señalizado te recomendamos que descargues el track de la ruta desde aplicaciones especializadas como Wikiloc, por poner solo un ejemplo.  

Vista de La Loma desde el primer tramo de ascenso

Utilizando como hilo conductor estas originales construcciones medievales de piedra seca descubriremos una bella ruta paisajística, con dos miradores espectaculares, muy recomendable para hacer ejercicio, respirar aire puro y abrir el apetito, sobre todo en primavera y otoño.

Chozón sabinero pendiente de ser restaurado

A partir de nuestra experiencia reciente, te aconsejamos, por una parte, no hacer la ruta con niños; y por otra, llevar siempre agua contigo ya que solo dispones de una fuente en la plaza del pueblo. Aunque algunos de los chozones están pendientes de restauración, siempre es interesante disfrutar en el arte de la piedra seca, del equilibrio perfecto entre lo natural y lo humano.

Detalle de la señalización del recorrido

La pequeña localidad de La Loma está situada en el estrecho vallezuelo del río Salado y acoge en sus montes sabineros esta interesante ruta turística de carácter etnográfico al amparo de un arruinado patrimonio arquitectónico de origen ganadero, los chozones, los covachos, las parideras y las cerradas, tan abundantes en Abánades.

La construcción con piedra seca ha sido declarada recientemente Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Un legado popular que se singularizó en las tierras del Alto Tajo desde la Edad Media hasta la segunda mitad del siglo pasado, en torno a la cultura tradicional del pastoreo y que hoy agoniza disperso por estas tierras ásperas de Guadalajara, como testigo mudo de un pasado de mayor esplendor.

Poste de señalización al llegar al primero de los miradores

A través de un viario que alterna la pista forestal con el sendero, irás recorriendo las mayores y espectaculares alturas de los cerros del Alto de la Cruz, la Medianilla o Rivagorda que rodean y separan a La Loma del valle reseco del río Ablanquejo.

El mundo a nuestros pies en el mirador del Alto de la Cruz

Durante varios kilómetros el recorrido se adentra seguro en un bosquete abierto de sabina y carrasca donde podrás conocer algunos de los chozones y covachos que conserva el territorio y prolongar la mirada en el horizonte, más allá de los confines locales, desde varios de sus miradores naturales.

Panel informativo en el mirador de la Peña del Horno

Para hacer balance de la experiencia vivida, refrescarte y relajarte te invitamos a que realices un breve alto en el camino en la fuente de dos caños de la plaza del pueblo. Instantes eternos de paz, relax y sosiego, difíciles de repetir e imposibles de encontrar en las grandes ciudades.

Dos antiguos símbolos solares o lunares nos ofrecen agua fresca a través de sus caños en forma de dragón

Para obtener una información más detallada de las rutas que puedes disfrutar andando, corriendo o en bicicleta en la comarca del alto Tajuña, puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18 o escribiendo al correo electrónico reservas@losanades.com

La ruta de Los Chozones de La Loma, el alto Tajo en estado puro