Tierra de castillos

La inexpugnable torre del homenaje del castillo de Atienza
PAISAJES DE LEYENDA

Castilla surgió como entidad política autónoma en el siglo IX, alcanzando la categoría de “reino” en el siglo XI, y su nombre se debe a la gran cantidad de castillos que se fueron levantando por sus tierras durante siglos. Visitar y deleitarse con las fortalezas que se extienden por todos los rincones de Castilla-La Mancha nos permite realizar un viaje en el tiempo y disfrutar de los espectaculares y sobrecogedores parajes elegidos para su emplazamiento.

La torre de Los Casares en Riba de Saelices

Los casi ocho siglos de ocupación árabe y Reconquista mantuvieron estas tierras en estado de guerra constante. Si a esto le unimos las disputas entre la nobleza y la monarquía hasta bien entrado el Renacimiento, entenderemos la continua y, en algunos momentos, frenética actividad constructiva, por la que se levantaron miles de castillos, murallas, atalayas y torres vigías o defensivas a lo largo y ancho de lo que hoy es la región castellano-manchega.

Interior del castillo de Sigüenza durante la celebración de una feria de de antiguedades

Un recorrido por estas fortalezas es un deleite para los sentidos por las imponentes trazas constructivas que se presentan ante nuestros ojos, por la historia que desprenden grabada en sus muros, por los personajes que los vivieron, por los excepcionales entornos naturales en los que se asientan y por el ambiente legendario que se respira en sus muros. Te recomendamos que te informes de los horarios de apertura y de la posibilidad de visitarlos libremente.

El fotogénico castillo de Zafra

MUY CERCA DE ABÁNADES

Estamos en tierra de castillos, la mayoría de ellos desconocidos para muchos, pero con un poderoso atractivo. Aunque nos centraremos en los castillos más próximos al Hotel Rural & Spa Los Ánades, no podemos olvidar a la hermosa villa medieval de Molina de Aragón; al castillo de Zafra, protagonista de la serie Juego de Tronos; al de Jadraque, o del Cid; y al castillo de Torija, que en su interior nos muestra los objetos personales que Camilo José Cela utilizó en sus viajes.

Una de las galerías interiores del castillo de Sigüenza

Sigüenza es uno de los núcleos medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Su espectacular y sobrio castillo, que domina la ciudad no muy lejos de las corrientes del río Henares, es hoy Parador de Turismo. Su visita es libre, quedando restringida solo la zona de habitaciones de los clientes, y nos permite conocer esta enorme fortaleza erigida en el siglo XII que fue residencia permanente de los obispos hasta mediados del siglo XIX.

Murallas exteriores del castillo de Sigüenza

El castillo de Cifuentes comenzó a construirse en abril de 1324 sobre una fortaleza árabe. Ha pertenecido durante siglos a los herederos del infante Don Juan Manuel, hasta su adquisición por el ayuntamiento de Cifuentes. De planta cuadrada, el castillo tiene cinco torres de planta cuadrada y circular, siendo pentagonal la del homenaje. Sobre la única puerta de acceso permanece aún el escudo de Don Juan Manuel, dos brazos alados con espadas y dos leones.

Momentos de descanso y relax en la terraza de nuestro hotel

El castillo de Pelegrina se encarama en un alto muy próximo a los cortados que perfilan el impresionante meandro del río Dulce. Se trata de un castillo roquero, de planta alargada, poligonal, adaptada a la superficie del terreno, esquinado por fuertes torreones cilíndricos. Aunque de formas defensivas, no tuvo apenas importancia estratégica, siendo saqueado y prácticamente destruido en 1710 por las tropas del archiduque Carlos y en 1811 por las tropas napoleónicas.

La villa medieval de Pelegrina junto a su castillo

El Castillo de La Torresaviñán, erigido en el siglo XII, es uno de los pocos castillos románicos que no ha sufrido transformaciones. Clásico ejemplo de transición entre la torre-fortaleza y el castillo amurallado, ya que comparte características de ambos. Con unos buenos prismáticos podemos ver la Sierra de Megorrón –Cifuentes– al sur, las estribaciones de Atienza al norte, la sierra de Segovia al oeste, y las estribaciones del río Tajo al este.

Castillo románico de La Torresaviñan

La atalaya de la Riba de Saelices es una construcción árabe del siglo IX de más de 15 metros de altura que custodiaba el asentamiento bereber situado en la misma ladera, junto a la cueva de Los Casares, y que estuvo habitado durante más de 300 años. De carácter defensivo protegía el pueblo de posibles ataques y formaba parte de un sistema de vigilancia más complejo junto a otras torres distribuidas por la zona con las que mantenía contacto visual.

La torre de Los Casares junto al poblado hispano-musulmán

El castillo de Atienza se divisa mucho antes de llegar a las puertas de esta hermosa población que atesora un fantástico conjunto monumental. Sobre el imponente cerro quedan algunos lienzos de la muralla y la inexpugnable torre del homenaje que se levanta sobre una gran mole rocosa. Es un fantástico escenario cuya visita puede ser aprovechada por el viajero para contemplar la popular Caballada en la mañana del Domingo de Pentecostés.

El castillo de Atienza durante la presentación de una nueva temporada de Juego de Tronos

Para finalizar, nos gustaría mencionar algunas de las fortalezas guadalajareñas que llevan siglos esperando tu visita y que no te defraudarán: Anguix (Sayatón) –con unas espectaculares vistas panorámicas del río Tajo–, Arbeteta, Castilnuevo, Cogolludo, Escamilla, Establés, Galve de Sorbe, Guijosa, Palazuelos, Peña Bermeja (Brihuega), Pioz, Riba de Santiuste, Santiuste (Corduente), Vallermoso de Tajuña, Villel de Mesa y Zorita de los Canes.

En el interior del castillo de Pelegrina

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

El pan nuestro de cada día

Pan recién horneado en nuestro Restaurante el Ánade Real
ARQUITECTURA TRADICIONAL

Saelices de la Sal está situada a solo 19 minutos de Abánades por las carreteras GU-928 y CM-2021. Las Salinas de San Juan dotan de apellido a este pueblo del alto Tajo y eclipsan, por su monumentalidad, cualquier otro espacio cultural de este tranquilo municipio de apenas 40 habitantes.

Las conocidas salinas de San Juan en plena producción

Como de las salinas ya hablamos largo y tendido en otra entrada de este blog https://blog.losanades.com/salinas-de-san-juan/ vamos a proponeros un relajante paseo por el pueblo, poniendo especial énfasis en un importante y desconocido elemento arquitectónico y etnográfico: el antiguo horno de pan.

Edificio que alberga el viejo y tradicional horno comunal de Saelices de la Sal
LOS ORíGENES

El pan surgió por azar allá por el Nelolitico, cuando alguien descuidó al sol, sobre una olla, una papilla formada por semillas, cereales y agua. Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución del hombre, presente en el devenir de los tiempos, formando parte de la cultura universal de la humanidad.

Grabado de una inquietante y extraordinaria figura humana en la cueva de Los Casares. Ayuntamiento de Riba de Saelices

En Egipto, Grecia y Roma mejora mucho la calidad del pan y en la Edad Media aparecen, con el apogeo de las ciudades, los primeros gremios de artesanos. Al ser el pan alimento base de la población, en esta época, al igual que en Roma, la producción y distribución del pan la regulaban los gobiernos.

Ilustración de un horno de pan en la Edad Media

A finales siglo XVIII progresan la agricultura y las investigaciones sobre la harina, se consigue la mejora en la técnica del molino, aumenta la producción del trigo y se obtiene una harina de más calidad. El precio del pan baja al aumentar la oferta y se consigue que el elitista pan blanco llegue a toda la población.

Horneando los panes a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

El horno que podemos visitar en Saelices de la Sal no es otra cosa que el resultado de la evolución del primer horno babilónico que hace 5.000 años se fabricaba en barro. Se construía a base de una tapa de adobe y tierra en forma de campana, permitiendo la cocción tanto por arriba como por abajo.

La estancia que alberga el horno

Los egipcios perfeccionaron la técnica dividiendo el horno en dos partes, una para el quemador y otra superior donde colocaban los alimentos. Más tarde, los romanos lo perfeccionaron incluyendo arcos en el diseño, dando así una fórmula de cúpula con la que conseguían un gran aislamiento térmico.

Detalle de nuestro horno de Saelices de la Sal
EL HORNO

Producto de la revolución industrial del siglo XIX, nuestro horno está inspirado en los de fundición para la herrería que conseguían un mayor control del fuego. Fue usado hasta mediados del siglo XX por las familias de Saelices de la Sal para amasar a puño y cocer el pan a fuego lento, base de su dieta alimenticia.

El antiguo almacén de leña rehabilitado para usos sociales

Funcionaba tres días por semana, atendido por el vecino que ganaba la subasta, que se celebraba el día de San Isidro. La familia del hornero se encargaba del suministro de leña y paja, de cuidar la cocción, así como de la limpieza y mantenimiento. A cambio, cobraba una parte proporcional de la masa horneada.

La centenaria chimenea del viejo horno

Se amasaban los panes sobre mesas, dejando descansar las hogazas y tortas sobre tableros de madera dispuestos junto a las paredes. En los últimos años en que se utilizó, funcionó como una panadería y abastecía a todos los pueblos de la comarca. Este mismo año, el horno celebrará su 92º aniversario.

Despachando el pan a mediados del siglo XX. Archivo Martín Santos Yubero

En la actualidad, la facilidad para elaborar y adquirir pan nos ha hecho olvidar que hubo un tiempo en el que cada pedazo de pan, por muy tosco que fuera, se consideraba prácticamente un manjar. Un manjar que, además de harina, levadura, sal y agua, llevaba otros ingredientes como amor, esfuerzo y satisfacción. Y quizás por eso, sabía tan bien.

Tradicionales hogazas que nuestro proveedor Monte Pinos Selección de Alimentos Frescos te ofrece en sus obradores de Madrid

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

Fotografía de detalle del pirómetro

Viaje al centro de la tierra

El Valle de los Milagros
LA CUEVA DE LOS CASARES

Situada en la localidad de Riba de Saelices, a solo 28 minutos de Abánades por las carreteras GU-928 y CM-2021. Concretamente en una ladera del pico Pedriza del Mirón, junto al Valle de los Milagros por el que transcurre el río Linares, dentro del Parque Natural del Alto Tajo.

Declarada Monumento Nacional en 1935, la cueva de los Casares contiene sobre sus paredes una serie de grabados del paleolítico superior, con una antigüedad de entre 14.000 y 10.000 años, que la convierten en el yacimiento de arte rupestre más importante del interior de la Península Ibérica.

Detalle de uno de los caballos grabados en las paredes. Fotografía: Ayuntamiento de Riba de Saelices

Los grabados fueron descubiertos en 1933 por el maestro del pueblo Rufo Ramírez y el arqueólogo Juan Cabré Aguiló publicó los primeros estudios sobre la cueva en 1935 y 1940. Expertos internacionales como el abate Henry Breuil, y el arqueólogo Hugo Obermaier avalaron la importancia del hallazgo.

Nos acercamos hacia la boca de la cueva y, a nuestra derecha, apreciamos las trazas de un poblado musulmán. Ya en la cueva, frente a los paneles explicativos, y gracias a la magistral presentación de Carlos Loscos, percibimos que nos encontramos en un lugar trascendental para la historia de la humanidad.

Vistas del valle del río Linares desde la entrada a la cueva de Los Casares

Y es cuando protegemos nuestras cabezas con los cascos reglamentarios cuando comienza verdaderamente la aventura. Entramos en grupos de seis personas para no alterar con el calor y la humedad que desprenden nuestros cuerpos el ambiente de una cueva antigua que no tiene ningún tipo de ventilación.

Cuando entramos en la primera y gran sala visitable del complejo, nuestro guía, que nos recuerda a Alejandro Vergara por su derroche de conocimientos y dotes comunicativas, juega con la luz y nos muestra los grabados más importantes, aquellos que se intuyen y los que no, en un ejercicio didáctico y visual sin precedentes.

Galería de acceso a la primera de las tres grandes salas

La mayor parte de los motivos artísticos han sido realizados mediante la técnica del grabado con instrumentos de sílex, aunque también existen algunas representaciones pintadas en colores rojo y negro.

Los motivos representados pueden ser figurativos y abstractos. Los primeros se refieren a imágenes que con pocos trazos reproducen siluetas humanas o de animales; mientras que los segundos, más escasos, configuran formas triangulares, cuadrangulares y líneas de difícil interpretación.

Dibujo extraído de los grabados de una de las paredes en el que podemos ver un gran bisonte superpuesto a caballos, ciervos, toros y cabras de diferentes tamaños.

Predominan los caballos (hasta 80), bóvidos, ciervos y, en menor medida, cabras, rinocerontes, felinos, peces y mamuts. Los antropomorfos o figuras humanas son excepcionalmente abundantes para lo usual en las cuevas paleolíticas, encontrándose la mayor parte de perfil, con el rostro muy alargado, conformando incluso escenas.

Por lo que respecta al significado del arte paleolítico, son dos las teorías interpretativas fundamentales: por un lado, la que defiende que tiene un significado mágico, de modo que la representación de un animal determinado propiciaría su abundancia y su caza posterior; y por otro lado, la que considera estos lugares como santuarios en los que la distribución de las figuras tienen un carácter simbólico.

Inquietante y extraordinaria figura humana. Fotografía: Ayuntamiento de Riba de Saelices

Sin embargo, el que escribe estas líneas se fue con la sensación de que la gruta era una enorme aula de vida donde las paredes cumplían como soporte con la misma función que las pizarras, tabletas u ordenadores actuales. No es muy complicado imaginar a los más mayores y experimentados del clan instruir con estos grabados de caza y reproducción a los más jóvenes en la complicada supervivencia de la especie.

Si te ha parecido interesante el artículo y quieres viajar miles de años y disfrutar de las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad infórmate y reserva aquí mismo:

https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/yacimientos-visitables/conjunto-de-los-casares

Señalética de acceso al poblado Hispano-Musulmán

Para obtener una información más detallada de las actividades culturales y de turismo histórico que te ofrece la comarca del Alto Tajuña puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18.

El Valle de los Milagros

Ante nuestros ojos, una de las imágenes más icónicas del Parque Natural del Alto Tajo
VIAJAR A LA PREHISTORIA

El Valle de los Milagros está situado en la localidad de Riba de Saelices, a solo 28 minutos de Abánades por las carreteras GU-928 y CM-2021. Un lugar mágico, repleto de sorpresas, que nos trasladará a la prehistoria debido a lo singular de su vegetación y al inusual contraste de areniscas y pizarras.

Podemos estacionar nuestro vehículo junto a la Cueva de los Casares, en el área recreativa que hay junto al río Linares e iniciar la ruta desde ese mismo punto. El recorrido completo tiene una distancia de 12 km -ida y vuelta-, en el que se invierten entre 3 y 4 horas como mucho, y transcurre hasta Santa María del Espino. Si deseáis realizar un recorrido más tranquilo, haciendo fotografías y disfrutando del paisaje, os aconsejamos llegar hasta los pies de los “milagros” y volver. Con esta segunda opción invertiréis dos horas aproximadamente incluyendo la ida y la vuelta.

Inicio de la ruta del Valle de los Milagros

Hay que prestar mucha atención a la señalización y a los paneles informativos. Estos nos explican cómo la geología esculpió este paisaje único en la provincia de Guadalajara en el que vivían y cazaban los Neandertales que, en el Paleolítico Medio (hace 60.000 años), habitaban la Cueva de los Casares.

La atípica ruta es una mezcla de aventura, exploración y senderismo, que vale la pena a pesar las estrecheces del barranco en algunos puntos y de los esfuerzos por vadear el río. Existen dos caminos o recorridos, uno de verano y otro de invierno, condicionados por el caudal del río en cada época del año.

Pequeño embalse junto al merendero

Descubriremos, paso a paso, los misterios de este enigmático valle trazado por el río Linares y formado por areniscas del Triásico Inferior (250 millones de años) y calizas y dolomías del Triásico Medio (240 millones de años).

Lo más sorprendente del valle son los cambios de paisaje, temperatura y los “milagros” formados por areniscas y conglomerados. Estas gigantescas formaciones rocosas fueron bautizadas por el maestro Herrera Casado como los “Milagros del Linares”.

Un auténtico «Parque Jurásico»

Se trata de tres prodigiosos monolitos de arenisca llamados Puntal del Milagro, Peña Eslabrada y Puntal del Canto Blanco. Ante nuestros ojos, una de las imágenes más icónicas del Parque Natural del Alto Tajo.

Recomendamos realizar esta insólita ruta en primavera y otoño andando o en bicicleta de montaña, ya que existe una variante para esta segunda opción.

El Puntal del Milagro (derecha) y la Peña Eslabrada (izquierda)

Para obtener una información más detallada de las rutas, que puedes disfrutar andando, corriendo o en bicicleta en la comarca del alto Tajuña, puedes contactar con la Srta. Mayte García Vilches, llamando al teléfono 608 72 05 18 o escribiendo al correo electrónico reservas@losanades.com