Belleza Interior

Detalle del atril de la ermita
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

La localidad de Abánades conserva una joya cultural, orgullo de todos sus habitantes, cuya visita es muy recomendable. No solo por su valor histórico y artístico sino por el encanto y la magia que atesoran sus muros. Se trata de la ermita de Nuestra Señora de las Mercedes.

La ermita de Abánades se encuentra ubicada al sur de la localidad en la falda del cerro del Rondal y aunque en sus orígenes estaba alejada del casco urbano, hoy en día se encuentra completamente integrada en el mismo.

Imagen exterior de la Ermita de Abánades antes de su última restauración

Se trata de un edificio de planta rectangular y un solo cuerpo, construido en el año 1859. La fachada principal presenta un pórtico alzado con dos columnas, portón principal con dos hojas de madera y espadaña con una pequeña campana.

El edificio se encuentra muy bien conservado a pesar de la devastación ocasionada durante la Guerra Civil. En la parte trasera, en un lateral, existe una estancia que hace funciones de sacristía y confesionario.

Interior de la Ermita de Nuestra Señora de Las Mercedes

La ermita es conocida por su techo entrelazado de maderas, recientemente restaurado, y valorada por su belleza, su sencillez, por la armonía de sus líneas y espacios y por la profunda paz que se respira en su interior.

El templo está consagrado a la Virgen de la Merced, de la que ya hemos hablado en otra entrada de este blog. Acompañan a la imagen de la patrona un Cristo yacente, un San Antonio y una enigmática Virgen de la Soledad.

Detalle del crucifijo que está situado sobre el altar
MANOS A LA OBRA

En abril de 2018, los mayordomos entrantes realizaron obras de mejora y acondicionamiento de la ermita, consistentes en una nueva tribuna que emulara la que fuera destruida en la Guerra Civil; total renovación de la instalación eléctrica, incluida la iluminación, así como la climatización del espacio público que ocupan los feligreses; y, aprovechando la circunstancia, la limpieza y pintura del recinto interior y sacristía, así como la implantación de cerrajería exterior en la entrada.

Entrada a la ermita y escaleras de subida a la tribuna o coro

En los trabajos de restauración y acondicionamiento han participado artesanos, carpinteros, cerrajeros, pintores y electricistas de Abánades y de localidades próximas como Cifuentes, Alcolea del Pinar, Guadalajara y Alcalá de Henares.

No queremos despedirnos sin dar las gracias a Pedro Delgado, Marcial Renales y Jacinto Igualador por las facilidades dadas para la elaboración de este artículo y las imágenes que lo ilustran. Gracias a los tres por su desinteresada labor.

Virgen de La Soledad

Amor Divino

La bella y mayestática patrona de los cautivos
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES

De la mano de una embriagadora y esplendorosa primavera, la tradición cristiana nos recuerda año tras año que el florido mayo es el mes de las madres. Momentos de admiración, reconocimiento, regalos y mucho amor a todas ellas en general y a una madre, muy especial, en particular.

En Abánades existe una ancestral y fervorosa devoción por su patrona, la Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes, que se remonta hasta su fundación en el siglo XII de la mano de don Gonzalo Núñez de Lara, noble castellano y destacado miembro de la poderosa Casa de Lara.

Rostro de Nuestra Señora de Las Mercedes de Abánades

Durante siglos, la comarca fue zona defensiva y fronteriza entre los reinos cristianos y musulmanes. De ahí los topónimos de muchas de las localidades vecinas: Torrecuadradilla, Torrecuadrada de los Valles, La Torresaviñán, Torremocha del Campo, etc.

Castillo románico de La Torresaviñán

Nuestra Señora de las Mercedes es una de las advocaciones marianas de la Virgen María, equivalente también a la Virgen de la Misericordia. La preciosa talla que podemos admirar hoy en la ermita del mismo nombre fue adquirida en los años 60 del pasado siglo a un prestigioso taller de imaginería y donada por una de las vecinas.

A nivel iconográfico la Virgen de Las Mercedes de Abánades viste un hábito mercedario: túnica y capa, con el escudo mercedario en el pecho. Otro elemento son las cadenas, símbolo del cautiverio. Tocada con corona de reina y con el cetro en la mano derecha. Sostiene en la izquierda al Niño Jesús, que lleva un escapulario con el escudo mercedario en las manos.

Nuestra Señora de Las Mercedes de Abánades
UN POCO DE HISTORIA

Cuenta la leyenda que en 1218, la Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a rescatar a los cristianos que eran capturados por andalusíes, moriscos, turcos y berberiscos y que luego eran vendidos como esclavos o cautivos hasta cobrar rescate.

San Pedro Nolasco, apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort, fundó la orden religiosa de Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes. La palabra merced quiere decir: misericordia, ayuda y caridad.

Interior de la recién restaurada ermita de Nuestra Señora de Las Mercedes

Esta comunidad religiosa lleva muchos siglos ayudando a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Primero en Al Ándalus, parte islámica de la península Ibérica; luego en Túnez, Argelia, el norte de África y el levante mediterráneo.

Para liberar a un cautivo, el mercedario estaba dispuesto a canjearse. Así liberaron a muchos, y así perecieron muchos mercedarios. A Miguel de Cervantes fueron a redimirlo los mercedarios y los trinitarios a una cárcel de Argel. Una vez liberado escribió Don Quijote de la Mancha.

La Virgen de la Merced coronada con el Niño Jesús en brazos

Fue entonces, a partir del año 1259, cuando los padres mercedarios empezaron a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes), la cual se ha extendido por todo el mundo, calando profundamente en la localidad de Abánades en Guadalajara, durante muchos siglos lugar de intercambio de presos y rehenes.

Las fiestas patronales de Nuestra Señora de las Mercedes, de carácter más lúdico y abierto y dirigidas fundamentalmente a la gente joven, tienen lugar el primer fin de semana de agosto. Mientras que la Virgen de la Merced, como manda la tradición, se celebra el 24 de septiembre en Abánades de una manera más tradicional, religiosa e íntima.

Exterior de la ermita de Nuestra Señora de Las Mercedes de Abánades

Un paseo por la historia

Parapeto aspillerado en El Castillo de Abánades (Guadalajara)
VISITA A «EL CASTILLO» DE LOS ESPACIOS HISTÓRICOS DE ABÁNADES

Distancia: 1,4 km (ida y vuelta)

Duración: 45’ (andando)

Dificultad: media-alta

Plano del parque arqueológico de «El Castillo»

Es un recorrido corto pero con cierta dificultad debido a la orografía del terreno con constantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al Hotel Rural Los Ánades y por su alto valor histórico. Si decidís subir con niños, os recomendamos no desviaros del camino trazado y acompañarlos cogidos de la mano en todo momento.

“El Castillo” es un parque arqueológico de gran valor histórico en proceso de catalogación y restauración. Por ello, cuando lo visitéis, os rogamos seáis respetuosos con el entorno, sigáis el recorrido trazado y respetéis la señalización.

Comenzamos el recorrido subiendo a la iglesia del pueblo donde veremos un gran panel informativo e inmediatamente carteles indicadores.

Panel informativo al inicio de la ruta

La importancia estratégica del enclave de “El Castillo” residía en su dominio del valle del Tajuña y el control de las vitales vías de comunicación. El pueblo quedó prácticamente destruido al finalizar la guerra, entre la línea republicana y nacional.

Como complemento a la línea de trincheras que circunda el cerro, podemos ver un impresionante parapeto de piedra que proporcionaba protección a los combatientes que lo ocupaban y, a su vez, una posición dominante desde la que poder disparar.

Unos metros antes podemos observar los restos de dos pozos de tirador, donde los soldados provistos con armas automáticas y granadas de mano, cubrían el frente y dificultaban los ataques del enemigo.

Como dramática anécdota, la cruz señala el lugar donde fue abatido un oficial del Ejercito Nacional por un francotirador del Ejercito Republicano, coloquialmente llamados «pacos». Posiblemente el disparo se realizó desde las posiciones de «El Rondal», donde hoy podemos ver instaladas unas antenas.

El brigada Augusto Gómez del Batallón de Gerona murió en este mismo lugar

A lo largo del primer tramo de nuestra visita a «El Castillo» apreciamos una sucesión de parapetos ubicados de forma escalonada y en zig-zag. Todos ellos dotados de mirillas de fusilería y nidos de ametralladoras (con su peculiar mirilla en forma de abanico) estratégicamente enclavados para cubrir las vías de comunicación.

De la misma forma y en la misma cantidad, hacia en interior del cerro, podemos ver los restos de varios refugios o abrigos. Éstos, casi siempre, eran obra de los mismos soldados de la posición y eran utilizados como habitáculo para descansar, dormir y resguardarse mientras no se efectuaban labores de vigilancia en los puestos mas adelantados.

Llegamos a la zona más espectacular del recorrido, por la gran concentración de restos y su buen estado de conservación. A la derecha podemos ver un nido de ametralladoras con un amplio control visual del valle del Tajuña. Dada su ubicación, de espaldas al frente, su función era prevenir que las tropas se vieran copadas por la retaguardia y proteger y cubrir también el relevo de soldados, la llegada de suministros y la evacuación de heridos.

Nido de ametralladoras

Dejando unos contrafuertes a la izquierda y subiendo por «Las Escalerillas de Franco», como la denominan los abanadienses, llegamos a la altura máxima del cerro, 1086 metros.
Aquí podemos intuir, a pesar de la erosión, las trincheras en zig-zag que comunican con un gran abrigo que, bien camuflado por su posición estratégica, debió ser un importante centro de observación.

Bajando por la escalera, inmediatamente a nuestra izquierda, nos encontramos con un parapeto para fusilería en perfecto estado de conservación. Solo le faltan los maderos y los sacos terreros que se utilizaban como techumbre.

Parapetos de piedra

Más adelante, después de dejar a nuestra izquierda varios parapetos de piedra, llegaremos a un mirador con barandillas de madera. Si nos asomamos, con mucho cuidado, veremos en el fondo del valle una gran mole de piedra con forma de tanque.

Después de este descubrimiento tan singular y siguiendo las indicaciones físicas, se regresa por la vereda del río Tajuña hasta el Hotel Rural Los Ánades. Os recomendamos complementar esta ruta con una relajante y enriquecedora visita al Museo Histórico Municipal.

Sendero de regreso al hotel

Ganadores I Certamen Fotográfico “Un hotel para volver”

Fotografía ganadora de Susana Gómez Martín
GANADORES I CERTAMEN FOTOGRÁFICO “UN HOTEL PARA VOLVER”

La Dirección del Hotel Rural Los Ánades quiere dar la enhorabuena a los tres ganadores de este primer certamen y trasladar nuestro más sincero agradecimiento a todos los participantes por su esfuerzo y dedicación.

Los flamantes ganadores por categorías son:

Rincones del hotel – Susana Gómez Martín

El jurado ha valorado, además del escrupuloso respeto de las bases, la armonía de la composición y la dificultad técnica de ejecución.

Entorno del hotel – Alfonso Muñoz Grande

En este caso, los miembros del jurado han valorado la dedicación que requiere una imagen de estas características y la dificultad de las tomas nocturnas.

Huéspedes del hotel – Emilio Villegas

Importantísima la participación de los huéspedes. La imagen desprende casualidad y calidad. Certero disparo en el momento justo, como sucede en las mejores fotografías de prensa.

Cada uno de los ganadores recibirá un gran lote de productos típicos de la comarca del Alto Tajuña y un diploma acreditativo. Los suculentos premios son gentileza de Supermercados Monte Pinos de Madrid, proveedor de nuestro hotel y patrocinador del certamen.

Para finalizar, recomendaros que estéis pendientes de nuestras redes sociales ya que, debido al éxito obtenido, volveremos a plantearos otro concurso fotográfico de cara a la primavera.